MA MÉRE - CRÍTICA

OTRO FILM DESTRANCA CLOACAS


No es que me haya parecido una mala película, más bien todo lo contrario, pero si que me ha hecho pasar un mal rato, difícil de olvidar. Algo que mi vena masoquista en cierto modo agradece, por la parte reflexiva que acompaña a ese sufrimiento, pero que no estoy muy convencido de querer volver a repetir.
Ma Mére parte de una historia aparentemente sencilla. Pierre, un adolescente de 17 años, que normalmente vive con su abuela, se traslada a Canarias a pasar una temporada con sus padres. El padre muere en un accidente de coche y él se queda sólo con su madre, que lo introduce a un mundo un tanto libertino.
Una fascinante Isabelle Huppert, se encarga de dar vida a esa madre sin límites, entregada al sexo en todas sus vertientes, que mantiene con su hijo una relación de amor tan profunda, que la lleva a mostrarse ante él, tal y como es, y por lo tanto a arrastrarlo con ella en todas sus especiales aficiones.
Hasta aquí todo en orden, pero la forma en como se trata el tema, es tan espesa, dolorosa y depravada, que a partir de un momento determinado, el film no permite ni un sólo respiro, en el que poder acomodarse un poco.
Sí, algo me quedó muy claro al finalizar la película : la perversión no tiene límites, o al menos no más límites que los que se pone uno mismo.
Ma mére deja un gustito amargo e inquietante, que obliga a plantearse cosas, a mirarse por dentro e intentar descubrir que clases de miedos, recelos o anhelos nuevos nos ha provocado. Una agresión, llena de sentido, que taladra la cabeza, duele e incluso marea.
¿Vale la pena pasar por algo así? Eso ya lo dejo al criterio de cada uno. Yo todavía no lo tengo claro.