DIOSA CAUTIVA




"Yo le digo que es cierto y que soy el único antídoto para ese veneno"






Algunas noches no sé que busco. Pero casi siempre la encuentro. Ella piensa que nadie la ve y sufre por eso. Yo le digo que es cierto y que soy el único antídoto para ese veneno. Ella me cree, aunque no sea verdad. Entonces se ciega a las miradas ajenas y se aferra a mí como a la última playa. Baila desnuda sobre la cama. Sus pies se hunden en el colchón y el cuerpo rebota con una gracia divina. Es una diosa tártara abandonada a su suerte en una calle cualquiera. Intuye que no es éste su lugar, ni su tiempo, pero no conoce los motivos. Extraña los templos que nunca ha visitado y los ritos sagrados que no puede nombrar. Baila y llora porque supone que nadie la mira, que nadie la conoce. Sabe , que para una mujer, el deseo de un solo hombre es casi nada, -o aún menos-, por que…….. es una diosa.