UN BAISER S'IL VOUS PLAIT - CRÍTICA

"Se exploran no sólo las probabilidades románticas, sino que se replantea la imposibilidad de que un hombre y una mujer sean simplemente amigos, sin que la atracción física se interponga"


El encuentro casual de un hombre y una mujer en un poblado francés, su mutua atracción y la posibilidad de besarse o no los llevan a una serie de reflexiones: ¿puede existir un beso sin consecuencias? A partir de esta consideración, comienza un relato a manera de flashback para ilustrar los efectos, no sólo en ellos mismos sino en las personas que los rodean, de un solo beso.
Lo primero que viene a la mente de manera inmediata son las semejanzas con el cine de Woody Allen, no sólo en la temática sobre las relaciones interpersonales, el amor y el sexo, sino en la amena forma en la que se desarrolla la historia, con constantes aderezos de humor e ironía. Por si fuera poco, es curioso mencionar que al igual que Allen en muchos de sus filmes, Emmanuel Mouret escribe, dirige y actúa su propia película.
En Bésame por favor se exploran no sólo las probabilidades románticas, sino que se replantea la imposibilidad de que un hombre y una mujer sean simplemente amigos, sin que la atracción física se interponga.
Entretenida y con un buen ritmo –que de una manera muy conveniente incluye piezas musicales de Tchaikovsky y Schubert– la película de Mouret nos presenta un curioso grupo de personajes –quizás improbables en la realidad– que sin malas intenciones y hasta con una peculiar ingenuidad tendrán que enfrentar la peligrosidad del romance.