WACHITURROS Y WACHITURRAS




Sobre guachos y sobre turras

Si bien es cierto que “originalmente” esos adjetivos eran utilizados para describir determinadas personas, hay que reconocer que hace mas de 40 años que en la Argentina nadie se refiere a guacho, cuando quiere señalar la condición de huérfano de alguien.
Hoy por hoy, al igual que “hijo de puta”, puede significar un elogio o un insulto, depende el contexto en el que se lo diga. Nadie, en el caso de “hijo de puta”, lo utiliza para referirse a la actividad de la madre, del supuesto insultados.
Resumiendo: hoy podríamos en Argentina, escuchar frases como:
Que guacho, no vino a mi cumple!
Que guacho, mirá el celu que se compró!
Vos podés creer que la guacha se levantó al bombón de la fiesta!
Que guacha, le contó mi secreto...
El guacho ganó la quiniela, que culo!!!
Que guacho, no le pagó la deuda....
Que guacha la mina, no les envía ni una carta a sus viejos....
Y cabrían cientos de ejemplos más, pero de ninguna manera oirían ese adjetivo referido a un huérfano.
En el lunfardo, que es un dialecto, existe también una libre interpretación que muchas veces nos aleja totalmente del verdadero origen de la palabra y depende de modas que por ahí cambian definitivamente el sentido original de las palabras. Miremos sino el caso de “gato”. Los llamados “villeros” –que necesariamente no tienen que vivir en villas- y los “pibes chorros” – que necesariamente no tiene que haber robado alguna vez- hoy lo utilizan para denigrarse unos a otros y de alguna manera se ajusta al origen (pobre,indigente) y la farándula porteña, por otro lado lo adoptó como sinónimo de “prostituta”, y buá...
Ahora, escuchar turra, refiriéndose a una prostituta en actividad, es absolutamente inexistente, hoy por hoy.
Yo creo que no hay que enroscarse en absolutismos. Hay que tener siempre el cerebro en “carne viva”.