EX NOVIOS, EL LADO SUCIO DE LOS QUE FUERON LOS NOVIOS IDEALES

Son una plaga. Como las termitas y las langostas. Su objetivo es claro, destruir la estabilidad de ecosistemas (emocionales) presentes.


En cada naturaleza humana masculina conviven dos personalidades al modo de un dragón bicéfalo. La mansa calma y la buena letra del novio nuevo, presto a abrir puertas y regalar bombones y flores, y la sucia estrategia de ex, de cloaca vengativa de volver, tocar, destruir y marchar de nuevo. No es un capricho, es que el mundo nos ha hecho así.
Y la persona es la misma. Lo que cambia es la situación, la oportunidad. Cuántas veces habrás oido a tu viejo decir: "Si hubiera sabido a tu edad lo que sé ahora...". Ya lo decía Fitzgerald en 'Benjamín Button', la vida debería vivirse al revés.



Porque, vamos a ver, de la crispación de los últimos compases de la relación en los que vos ya no podés verla (sentimiento absolutamente recíproco), no aguantas ni uno solo de sus reproches y lo único que los mantiene unidos son los recuerdos de ‘entonces’ y el furioso sexo de reconciliación, en tu lado “B” mas miserable, por esos días, no se ve ni la mitad de lo que se está gestando, para cuando ella haya comenzado a citarse con un profesional de próspero futuro, dueño de un lindo autito, anteojos super cool, perfectísimo afeitado y elegante look casual. ¡Ojo! Ese “modelito”, repito, hemos sido todos, también eh.


Y él es perfecto para ella, porque la lleva a ver películas “para ella”, se presenta en su trabajo con un ramo de flores, gusta a todas sus amigas y la honra con velas y cenas  cada uno de sus 12 primeros meses. Vos, mientras tanto, buceas entre cervezas y pizzas, entre farras pendencieras con los amigos del grupo a los que hace tiempo que no veías y partidos de fútbol que devienen en partidos de truco. De repente te aprieta el pantalón (subiste un talle), se te empieza a caer un poco el pelo, te dejas la barba porque tu trabajo freelance te lo permite y en tu auto suenan en un volumen insoportable Katy Perry y Black Eyed Peas....hasta que algún día, en pedo, decís que tu segundo nombre es "Peligro". Ya no hay vuelta atrás: tocaste fondo.......
Es entonces que te la encontrás en un boliche y le preguntás que tal está, porque ya no hay rencor y si mucho cariño en la recámara. (Hola, Idealización). Los trastos en la cabeza del año pasado han sido convenientemente formateados.



El novio nuevo la agarra con fuerza desde atrás. Vos querés parecer elegante, conciliador y superado, en cambio ellos te ven algo denso, desubicadito y un poco sobreactuado y medio “lento”.
Después de una mini charla muy boluda, se despiden – por suerte para ellos - mientras tu ex y vos nunca pierden contacto visual. Ésa es una dura señal de alarma, sobre todo cuando tras haber intercambiado un par de cumplidos y aprovechando un breve alejamiento de él, a vos te da por ejercer tu derecho a remover el fango: “Me encantó verte hoy, estabas preciosa y yo fui un imbécil por no verlo”. Ella solo se limita a sonreír forzadamente unos segundos hasta que él aparece para rescatarla de tu patética e inútil confesión,  ambos se alejan y esa imagen son como tres puñales que nunca desaparecerán de tu espalda. Y es ahí cuando tu improvisado y berreta reboque, comienza su lento y tortuoso peregrinar desde la colina de la felicidad al valle los platos rotos. 
No hay soluciones ni antídotos. Solo paciencia, indiferencia y seguridad en uno mismo. A meterse esas 25 o 30 preguntas – que jamás tendrán respuesta – en el culo y sencillamente tenemos que aprender a aprovechar el sexo dulce de los primeros compases y el de revancha de unos eventuales cuernos. 
Ése, es el ciclo de la vida.Game over, buscate otra.