La mujer complicada, la mujer difícil, la mujer de saldo, la mujer rotita… todos conocemos algún caso. Todos hemos sido algún caso. Todos seremos nuevos casos. Cuán fácilmente nos calzamos las cómodas zapatillas del malogrado romántico, enamorado de mujer rara, malvada, introvertida, irascible, lesbiana, insoportable… ¿Qué tiene la mujer complicada o deshecha que nos cautiva y atrapa? La tarada, la minusválida sentimental, la freak , la terrorista más buscada, la asesina de cachorritos… ¿Por qué nos gustan tanto? ¿Somos tan boludos? ¿Se debe acaso al embrujo que ejerce la aberración? ¿Ejerce la monstruosidad física o emocional un efecto sobre nuestro corazón y nuestras gónadas? ¿Es todo hombre un suicida emocional en potencia? ¿Por qué nos gusta tanto complicarnos la vida y abrazarnos como monitos asustados a mujeres cuya carga genética Darwin ha condenado a una evidente extinción?
Nosotros no tenemos las respuestas a estas preguntas porque nosotros no somos sabios. Nosotros somos idiotas. Y hemos estado muchas veces donde vos estás ahora y estaremos ahí de nuevo, con el soponcio del amor imposible, con la rotura, con el suspirito.
Algunas teorías psicoanalíticas urbanas sugieren que la adicción a la mujer difícil surge como vía de escape de los demonios propios. La obsesión por la ecuación irresoluble de una mujer descacharrada o peligrosa es la licencia perfecta para no enfocar nuestra propia miserable vida y enfrentarnos a nuestras responsabilidades. Centrándonos en la romántica opereta de un amor doloroso o imposible nos ahorramos el titánico esfuerzo de tener que conducir nuestras propias y quebradas vidas. De tener que enfrentarnos a la tarde de un domingo.
Es, en suma, el equivalente emocional a oler nuestros propios pedos: es asqueroso y necio, pero entretiene, y además es un asco adictivo que nos resulta conocido y cómodo.
Otras hipótesis igualmente nacidas de la imaginación masculina apuntan a un posible deseo de redención, un delirio de grandeza y de auto importancia mal camuflado, de paternalismo que te susurra al oído "vos podés curarla, vos podés salvarla, vos podés ser 'The One'". Pero no. Vas a ser, en relidad, el two, o el twentytwe three, o el eighty one. Porque 'The One' fue, posiblemente, su papá.
Ninguna persona sensata se complicaría la vida con una mujer claramente defectuosa. Pero nosotros no somos paladines de la sensatez. Así que si decidiste complicarte la existencia con esa compañera de oficina que no va a ninguna parte sin su “tirita” de Rivotril de 2 mg. o esa amiga de tu prima que mueve los labios sin pronunciar palabra y se clava las uñas en las palmas de las manos cuando cree que nadie la mira, acá te sugiero unos cuantos modelitos femeninos, para que, si decidiste emprender el camino de la auto inmolación romántica, al menos lo hagas con un poco de estilo....
ISABELLE HUPPERT EN "LA PIANISTE" ....
ZOOEY DESCHANEL EN "500 DAYS OF SUMMER"....
UMA THURMAN EN "PULP FICTION"....
DARYL HANNAH EN "KILL BILL 2"....
LOUISE FLETCHER EN "ONE FLEW OVER THE CUCKOO'S NEST"
GLENN CLOSE EN "FATAL ATTRACTION"
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CHARLIZE THERON "MONSTER"