TONY ERDMANN

Es tan ridícula y al mismo tiempo tan honesta sobre sus emociones, que resulta inclasificable




Arrasó con todos los premios en Europa y ahora va por el Oscar, en la categoría mejor película de habla no inglesa.No estamos ante la típica comedia absurda ni ante un reconciliador drama familiar, de hecho hay muy pocas cosas "típicas" en la película. Pero lo que hay que tener claro, aunque suene un poco cursi, es que resulta impensable ver esta película solamente con los ojos o con la mente. Uno debe abrirse junto a la propia película, debe apreciar la intimidad que ofrece ese interior hilarante. En ese momento el espectador descubrirá y abrazará la verdadera película: conmovedora, amarga y vital. 


Que actriz Sandra Hüller, por favor ! 


Me sorprendió la brillante interpretación de Sandra Hüller (una actriz tremenda), con ese personaje amargo y resignado que de forma repentina se deja el alma y las cuerdas vocales en una escena sencillamente inolvidable. Es evidente que sus respectivos trabajos (el de Tony y su hija) ayudan a que en ningún momento aparte los ojos de la pantalla.  Estoy raro, es una pieza infrecuente, una comedia muy divertida y triste sobre la vida. Su mayor problema, la duración. Es incomprensible que la película ronde los 160 minutos, porque no era indispensable semejante metraje. Hay, como por el medio, unos cuarenta innecesarios minutos.Pero valió la pena el Dakar como espectador.