A Ghost Story seguramente va a
hacer enojar a más de uno. Su premisa es preciosa, pero la manera en la que el
director la expone, atenta contra la paciencia de cualquier audiencia,
especialmente durante el primer tercio de la historia (más específicamente, por
los seis minutos literales, de la escenita de "la tarta") . Yo la
disfruté y creo que el ambiguo y extrañísimo final, va a ser uno de los más
debatidos por años, a la par de las palabras susurradas por Bill Murray a
Scarlett Johansson en Lost in Translation.
Pero queda
claro, que el paso de los siglos, termina percudiendo la sábana fantasmal (y
descubrimos que también se ensucian)
Que los petisos
se verán favorecidos si el destino los condena a vivir como fantasmas.
Que ya se,
quienes contagian la melancolía....
Que por
razones que algún oculista podría explicar, los ojos se agrandan y la nariz
mucho mas (tema este para un otorrino)
Que los
fantasmas detestan a los niños y sin son latinos, peor aún
Que son
obsesivos, caprichosos, malcriados y testarudos
Que la
inmortalidad solo le sienta bien a un highlander
Que es
mentira, que estás condenado a vagar......no te vas, porque no querés.