A Ben Stiller lo soporto lo justito. Me entretienen mucho
sus personajes de judío algo tonto y acomplejado, acompañados por guiones muy
divertidos ,pero ésta especie de filme de autoayuda hollywoodense inspirada en
Paulo Coelho, no me deja nada. Solo una fotografía excelente y una Shirley
MacLaine y un Sean Penn que con solo actuar cinco minutos, te hacen creer que
estás viendo una película fantástica. (Lo de Sean Penn es para enmarcar)
Resumiendo, un soñador que sueña y soñando, sin querer, hace
su aventura, y un espectador que intentando adivinar la trama, se hace
otra…Buena.