LAMB
Todo el tiempo, te hace sentir incómodo. todo el tiempo...
La película, muy astutamente, pega el volantazo, centímetros antes de caer en su precipicio moral. Justo cuando nuestra incomodidad llega al límite, las escenas no tienen consecuencias. Es más, las consecuencias solo están en nuestra imaginación, así lo dispuso el director.
Al final, no sabes si creer que cada una de las malas decisiones de los personajes, tuvo sentido. Es rara y repito, muy incómoda para espectadores acostumbrados al karma o a la justicia on line, in situ.
Ahora, la actuación de la nena (Oona Laurence) es absolutamente hipnotizante.Una criatura, en un papel sumamente delicado.Gran, gran futuro.